11/22/2010

FUNCIÓN Nº 50

"EL ACOMPAÑAMIENTO"


Ya te contaron sobre esta obra, sabes que no te la puedes perder, aún estás a tiempo!!!!
el 28 de noviembre a las 21, festejamos la función 50, con este Elenco: Jorge García & Gabriel Abayú
"El acompañamiento" un clásico argentino de Carlos Gorostiza, reversionado por Purogrupo. Para emocionarse y reír a carcajadas.
Te esperamos en el Teatro el Tubo.

COMENTARIO:
Laura Vinaya Paolinelli uau! un monton! abrazos cumpas! siempre un pedacito allí...

11/14/2010

HOY: EL ACOMPAÑAMIENTO

DIARIO NOTICIAS DE LA COSTA
13-11-2010 - 17:30:30

Regresa "El acompañamiento" al teatro El tubo
La agrupación de Teatro Independiente Purogrupo presenta "El compañamiento", la genial obra de Carlos Gorostiza que los actores locales Gabriel Abayú y Jorge García interpretan cada domingo de noviembre. La función es a las 21.

Viedma. La agrupación de Teatro Independiente Purogrupo presenta El Acompañamiento, la genial obra de Carlos Gorostiza que los actores locales Gabriel Abayú y Jorge García interpretan cada domingo de noviembre. La función es mañana a las 21 en la sala de Belgrano 747 de Viedma.

En conversación con este medio, los actores recordaron las primeras presentaciones hasta la actualidad de su reposición, en vísperas de los 30 años de Purogrupo.
"La obra se presentó en 1992, luego entre el ‘99 y el 2001. Este año, luego del Tubazo, decidimos volver a hacerla, también en vísperas de nuestros 30 años como grupo", contaron.

La obra
El Acompañamiento, de Carlos Gorostiza nació en Buenos Aires, con el ciclo de Teatro Abierto de 1982. Su impronta se mantiene a lo largo del tiempo y de los numerosos elencos que la han interpretado.
Jorge y Gabriel destacaron la posibilidad de reponer una obra que tiene mucho de actualidad y que se revivifica con cada función.
"Estamos muy contentos con esta nueva etapa, ya que inauguramos también la nueva sala y ahí pudimos estrenar la obra. Ahora vamos camino a la función número 50 y eso es algo maravilloso", destacaron los actores.
"La obra tiene la particularidad de que habla de cosas simples como la amistad, de las obsesiones, de las locuras y los sueños. Está lo dramático de no poder concretarlos, pero también está el humor. A cada uno le toca por algún lado. Creemos que si el teatro no es para emocionar no tiene ningún sentido. El objetivo es que a la gente le pase algo, que se conmueva de alguna manera", comentaron acerca de El Acompañamiento.
La puesta en escena de Purogrupo cuanta con la dirección de Carlos Irazusta y la asistencia técnica de Silvia Gentile. "Todo Purogrupo participa de alguna manera. Entre todos cumplimos sueños, como la obra misma", reconocieron los protagonistas.

El público
En esta nueva etapa, el público que se acerca al Tubo es muy variado en cuanto a las edades. "Con el público hay un ida y vuelta increíble, nos divertimos mucho. Somos muy agradecidos del público que siempre nos acompaña".
Además, resaltaron la idea de la proximidad con la gente. "Esto es poner el cuerpo y jugarse porque actuamos muy cerca del público. El hecho de que acá seamos pocos y nos conozcamos, implica también una profundización del trabajo, queremos que el público vea a un personaje y no a la persona que conoce", consideraron.
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Este domingo se cumplirán 50 funciones de la obra. "A veces nos preguntan si nos aburrimos, decimos que ‘no' porque la seguimos recreando y nos seguimos enamorando del texto. Además, consideramos que no solo nosotros vamos cambiando, sino que también el público lo hace. Cuando la presentamos en el 2001, el ánimo era otro; hoy creemos que la gente no tiene ese grado de angustia y se ríe más. La obra se va enriqueciendo permanentemente", finalizaron.

El Acompañamiento estará en escena este domingo a las 21. Las entradas anticipadas pueden ser requeridas en Moreno 527 de Viedma a un valor de 20 pesos; el día de la función, a 25. La capacidad es limitada.


11/03/2010

Sobre Florencio Sánchez, por Jorge Dubatti

Redescubriendo a Florencio Sánchez en su centenario

Jorge Dubatti

Se suele presentar a Florencio Sánchez (nacido en Montevideo, Uruguay, en 1875, y muerto en Milán, Italia, víctima de una enfermedad pulmonar, un 7 de noviembre de 1910, es decir, hace 100 años) como el joven que sólo vivió 35 años y que, en un breve trayecto de producción (principalmente, entre 1903 y 1908), cambió la historia del teatro latinoamericano. Resulta imposible resignarse a la temprana pérdida de ese talento teatral enorme, imposible no pensar: ¿qué habría escrito de haber llegado a la madurez que va aportando el acopio de experiencia? En su “Conferencia en el Teatro Florida”, del 23 de julio de 1907, más allá de la consabida muestra de humildad para captar la benevolencia del auditorio, Sánchez se presenta a sí mismo como una promesa proyectada hacia el futuro: “Yo soy un autor dramático y no un conferencista. Es decir, eso no. [Soy] una persona que escribe obras para el teatro, y gracias: porque... lo de autor dramático en la amplitud del concepto, no es por ahora otra cosa en mí que una aspiración un poco pretenciosa”.
Para algunos historiadores es la figura máxima de la “Época de Oro” del teatro argentino. Para muchos, la principal prueba de existencia de un teatro rioplatense, de un área o zona compartida (en creadores, poéticas, imaginarios, formas de trabajo, concepciones) por Uruguay y Argentina. Sánchez confirma el ingreso del teatro argentino y uruguayo al canon occidental (antes lo había hecho la gauchesca, especialmente con Juan Moreira, versión mímica en 1884, versión hablada en 1886), a través de sus obras de formato mayor: los dramas rurales M´hijo el dotor, La gringa y Barranca abajo, las comedias dramáticas urbanas En familia y Un buen negocio, y los dramas naturalistas Los muertos, El pasado, Nuestros hijos y Los derechos de la salud. Pero Sánchez escribe además una considerable cantidad de piezas de teatro breve, para el formato “género chico”, zarzuela, sainete o comedia corta: Puertas adentro, Ladrones, La gente honesta, Canillita, Cédulas de San Juan, La pobre gente, Mano santa, El conventillo (texto perdido), El desalojo, Los curdas, La Tigra, Moneda falsa, El cacique Pichuleo (texto perdido) y Marta Gruni, un conjunto de piezas en las que esboza e investiga –con menos ambición autoral– en las poéticas de sus obras largas.
Ahora bien: ¿cómo redescubrir el teatro de Florencio Sánchez a 100 años de la muerte del autor y a 200 del nacimiento de la Argentina? Por un lado sorprende su percepción de las reglas del mercado teatral de principios de siglo XX, su ajuste a los reclamos estéticos e ideológicos del público, a la par que busca un equilibrio de estas fuerzas con el propio proyecto estético. Pero no es cierto que todas las obras de Sánchez expresen el pensamiento o las ideas de su autor. Más bien Sánchez nunca olvida que debe escribir obras que tengan impacto en los espectadores y, en lugar de diseñar poéticas que den lugar a personajes “delegados” de su propia visión social, política y estética, hace concesiones al gusto, al imaginario y la subjetividad de quien paga la entrada. Así se explica la tesis de M’hijo el dotor, que algunos analistas leen como una claudicación. Así se explica también el cambio del final de Barranca abajo. Si uno quiere saber qué pensaba Sánchez, más que ir a su teatro, debe leer su obra periodística y ensayística, sus conferencias “Teatro Florida” y “El teatro nacional”, las Cartas de un flojo y la serie de artículos El caudillaje criminal en Sudamérica, así como sus colaboraciones en La Voz del Pueblo o en La Protesta Humana. O su testamento: “Si yo muero, cosa difícil, dado mi amor a la vida, muero porque he resuelto morir. La única dificultad que no he sabido vencer en mi vida, ha sido la de vivir. Por lo demás, si algo puede la voluntad de quien no ha podido tenerla, dispongo: primero, que no haya entierro; segundo, que no haya luto; tercero, que mi cadáver sea llevado sin ruido y con olor a la Asistencia Pública, y de allí a la Morgue. Sería para mí un honor único que un estudiante de medicina fundara su saber provechoso para la humanidad en la disección de cualquiera de mis músculos”.
Sorprende también cómo adquirió Sánchez tanto saber teatral, cómo se hizo dramaturgo, en una época en la que no había maestros ni talleres de dramaturgia ni carreras de escritura teatral. En distintos estudios hemos señalado cómo su dramaturgia revela un profundo conocimiento de las nuevas tendencias del teatro europeo, hay huellas en sus textos del drama moderno de Henrik Ibsen y Hermann Sudermann, del naturalismo de Emile Zola y Henri Becque, del drama social de Gerhart Hauptmann, del melodrama social de Joaquín Dicenta y Angel Guimerá... Sánchez los frecuentó como espectador y lector –como escribimos en otra oportunidad–, en una época en la que la plaza teatral de Buenos Aires estaba muy conectada con la actividad del Viejo Continente. Sánchez debía estar muy atento, y su actividad intelectual y sensibilidad debían trascender el aspecto que le atribuían sus contemporáneos. Roberto F. Giusti lo describe así en uno de los primeros libros dedicados a Sánchez: “Alto, flaco, encorvado, con aquella cara mansa y algo aindiada a la que los ojos saltones y encapotados, el labio inferior caído y la mandíbula larga daban cierto aire de bobería, tenía el aspecto vulgar de un muchacho bueno y nada más”. Y según el testimonio de Alfredo L. Palacios: “Sánchez era un muchacho flaco, desgarbado, que frecuentemente tenía hambre y frío. Sus ojos negros, entornados, de mirada dolorosa y sin luz, impresionaban. Recuerdo, todavía, la impresión amarga que me hizo cuando lo oí hablar con su labio colgante y su aspecto de hombre ajeno a todo lo que lo rodeaba”. Pero Sánchez debía estar bien despierto, sobre todo en lo que hace a militancia y teatro. El interés de Sánchez por vincular su teatro a las tendencias europeas queda expresado en su conferencia “El teatro nacional”, donde cuestiona el concepto que da título a su disertación: “El teatro no tiene bandera. Es universal, es humano. A nadie se le ha ocurrido hasta la fecha hablar del teatro nacional inglés o francés o italiano, aunque todos hablemos del inglés Shakespeare o del francés Molière o del italiano Goldoni”. Pero también es cierto que Sánchez estaba muy atento al medio criollo y sus limitaciones y exigencias. En esa tensión entre innovación y criollismo resolvió en poco tiempo las posibilidades de su talento.
Lo cierto es que, en la obra de Sánchez, están inscriptos potentes núcleos de sociabilidad de la vida rioplatense, tan fuertes que perduran hasta hoy. Hay mucho de En familia en La omisión de la familia Coleman del joven Claudio Tolcachir o en La de Vicente López y Rancho de Julio Chávez (quien además de gran actor, es muy buen dramaturgo). Una señal de la vigencia de Sánchez está en el interés que por su obra sienten los directores argentinos de los últimos años, y no nos referimos al rito oficialista del teatro estatal. El feroz Alberto Ure puso En familia entre sus últimos trabajos, Pompeyo Audivert trabajó experimentalmente sobre El pasado por Pompeyo Audivert, y Luciano Suardi puso en escena Los derechos de la salud. Hay que destacar especialmente la creación del director Ricardo Bartís De mal en peor. Homenaje a la literatura dramática de Florencio Sánchez, dramaturgia original de Bartís y su equipo basada en la reescritura del universo discursivo de Sánchez. En 1994, con motivo de la inclusión de Barranca abajo en la programación del Teatro San Martín (dirección del uruguayo Júver Salcedo), Roberto Cossa observó: “La mirada social de Sánchez mantiene una absoluta actualidad. Sus dos obras clave, Barranca abajo y En familia, siguen hablando al hombre argentino actual” (en entrevista que le hicimos para El Cronista, el 8 de abril de 1994).
En la mencionada “Conferencia en el Teatro Florida” de 1907 afirma, medio en broma y medio en serio: “Hube también de presentarme ante este supremo tribunal, abogado de mí mismo, a defenderme de ciertos cargos circulantes respecto a la moralidad y decencia de mis obras, a decirle en un fundado y documentado alegato, que Florencio Sánchez es una buena, sana y honesta persona, si no ofensiva –porque el calificativo es deprimente para un espíritu batallador–, caballeresca en la polémica, leal en el juego de las armas, aun cuando no escatime las estocadas a fondo, severa pero sin incongruencias inútiles, sincera y veraz, respetuosa del ajeno convencimiento y pundonorosa del pudor de los demás, vanidosa, celosa de la integridad de sus ideas porque las cree justas, implacable con la mentira como tolerante con el error. Que Florencio Sánchez, en fin, no cree en la religión y la combate, nunca se ha desayunado con frailes crudos, ni almuerza arcángeles fritos; y si ataca en sus obras los principios morales y sociales en vigencia, siguiendo los ideales y las tendencias del pensamiento contemporáneo, no ataca personas ni corporaciones determinadas, ni exacerba el concepto, ni extrema el vocablo de vaciar su pensamiento en los moldes del realismo, única forma, a su juicio, de que el teatro lleve su alta misión educadora del sentimiento y la conciencia humanas”. Hace 100 años Florencio Sánchez moría, joven, pobre y triste, en el hospital de caridad Fate Bene Fratelli de Milán, sin alcanzar la gloria soñada del triunfo en Europa.

(Nota extraida de http://www.artezblai.com/artez/artez163/iritzia/dubatti.htm

NOVEDADES INTERNACIONALES

VI Muestra de Teatro y Danza Contemporáneos

La alternativa a los programas más convencionales

Una quincena de compañías recalan en Santander para ofrecer las creaciones más recientes y novedosas del panorama escénico

Una quincena de espectáculos integran la programación de la sexta Muestra de Teatro y Danza Contemporáneos que organiza la Red de Teatros Alternativos que se celebra en Santander del 3 al 7 de noviembre y en la que también será el marco para los congresos que celebrarán los 33 espacios integrados en la RED, así como la celebración de unas Jornadas para la Creación de una Red Europea de Salas Alternativas. La cita de este año, que volverá a incluir espectáculos dirigidos tanto al público adulto como al público infantil se desarrollará en el Espacio Miriñaque, donde además de las representaciones se desarrollarán las actividades congresuales, así como en la Sala Casyc y la Sala Medicina de la Universidad de Cantabria donde se exhibirán algunos de los espectáculos seleccionados para esta edición.
Dos serán los espectáculos que se mostrarán en la jornada inaugural. El programa de exhibiciones arrancará con la puesta en escena de Sobre héroes y antihéroes de la que son autores, Jacobo Pallarés, que además dirige la puesta en escena, Rafa Casañ y Pedro Lozano. En esta pieza que presenta Teatro de lo Inestable se cuestiona la idea de la muerte que aparece un decena de veces en la mente de cada persona y que otras tantas ha sido apartada de la cabeza. Además ahonda en el inevitable hecho de morir “aún haciéndolo bien, cumpliendo las normas, aceptando el juego, siendo buenos y malos a partes iguales, creyentes y ateos por igual, lascivos, pecaminosos, adúlteros, monógamos, miedosos, valientes...”.

PARA MAYOR INFORMACIÓN VISITA LA PÁGINA: http://www.artezblai.com/artez/artez163/festivales/teatrodanzacontemporaneos.htm